¿Qué distingue la fotografía de un novato de la de un profesional? ¿La luz? ¿Las combinaciones de colores? ¡Una composición correcta!
La composición es un aspecto fundamental de la fotografía. Las reglas de una buena composición se pueden y deben utilizar para crear imágenes visualmente atractivas e interesantes.
Si se simplifica al máximo, la composición es la forma en que se colocan los diferentes objetos en la imagen. Incluso la fotografía más minimalista de las cosas más ordinarias puede verse impresionante solo por la composición correcta.
Hay muchos trucos de composición, pero la mayoría están relacionados de alguna manera con dos reglas básicas que la fotografía tomó prestadas de la pintura, y la pintura, a su vez, del mundo natural. Estos dos trucos (o, si se quiere, leyes): la proporción áurea y la regla de los tercios.
La Proporción Áurea en la Fotografía
El principio de la proporción áurea fue descubierto en la antigüedad, revivido durante el Renacimiento y sigue siendo uno de los cánones pictóricos más conocidos. Los escépticos lo consideran un mito popular, mientras que los seguidores creen que es un secreto revelado del ideal.
La proporción áurea tiene una larga historia: su primera mención en geometría se puede encontrar en los Elementos de Euclides, y la “proporción divina” (otro nombre popular para esta regla) ganó verdadera popularidad como recurso artístico en el Renacimiento.
La proporción áurea se basa en una proporción matemática que se puede encontrar en muchos objetos naturales y artificiales. La esencia de la proporción es la siguiente: la parte más grande se relaciona con la parte más pequeña de la misma manera que el todo se relaciona con la parte más grande. Expresado matemáticamente, la relación es 1,618: es decir, un rectángulo construido según la proporción áurea tendrá un lado menor de 1 y un lado mayor de 1,618. En términos porcentuales, la parte más grande es 62%, y la más pequeña 38%.
A menudo, para expresar el principio de la proporción áurea, se utiliza un esquema visual como este:
La famosa espiral de la “proporción áurea” se obtiene de la siguiente manera: en un rectángulo, se destaca un cuadrado, la parte restante representa un rectángulo. Luego, este rectángulo más pequeño se divide nuevamente en un cuadrado y un rectángulo. Y así sucesivamente. Las dimensiones de los cuadrados corresponden a la secuencia de números de Fibonacci, basada en la proporción áurea.
Esta proporción se puede observar en los patrones en espiral de las conchas marinas, en la disposición de las hojas en los tallos de las plantas, en las proporciones de muchas obras arquitectónicas y artísticas a lo largo de la historia de la humanidad e incluso en el cuerpo humano (no es casualidad que muchas estatuas antiguas se basen precisamente en esta regla).
¿Cómo se aplica este “rizo” a la fotografía? Para ello, se utiliza con mayor frecuencia una versión simplificada en la que la imagen se divide en nueve partes, cuyas intersecciones expresan la misma “proporción divina”:
Coloca mentalmente las líneas anteriores en el visor de tu cámara y luego coloca los objetos de la escena o los puntos de interés en esas líneas y sus intersecciones. ¡Voilá, tu fotografía se vuelve automáticamente agradable a la vista, independientemente de la formación cultural y la experiencia de tu espectador!
Pero seamos realistas: usar exactamente esta proporción no es lo más sencillo, por lo que para nuestra comodidad existe otro truco de composición: la regla de los tercios.
La Regla de los Tercios en las Fotos
La principal diferencia entre estos trucos es la proporción de los lados. La proporción áurea divide un rectángulo en varias partes desiguales, mientras que la regla de los tercios lo divide en tres partes iguales verticalmente y tres partes iguales horizontalmente. ¡Simple, práctico y sobre todo eficaz! Y además, la cuadrícula basada en la regla de los tercios se puede activar en cualquier cámara moderna, en la pantalla trasera o en el visor electrónico.
Se destacan en rojo los mejores lugares para colocar los puntos de interés.
Solo tienes que colocar los elementos clave de tu fotografía en esas líneas o en sus intersecciones. El ojo humano se ve atraído naturalmente por los puntos de interés, y al colocar estos puntos en las intersecciones de la cuadrícula, la imagen resultante se verá bien equilibrada y visualmente agradable.
Al tomar una fotografía de paisaje, puedes colocar el horizonte en una de las líneas horizontales, y los árboles u otros objetos en las líneas verticales. Ejemplos del uso de la regla de los tercios en la fotografía de paisajes:
La línea del horizonte se destaca en amarillo.
Al tomar un retrato, coloca a la persona en una de las líneas verticales, dejando espacio entre el borde de la fotografía y su cabeza. Los otros 2/3 se pueden dejar sin rellenar o, por ejemplo, se puede agregar un objeto en el fondo. Además, si la persona no mira al objetivo, sino de lado, deja más espacio del lado hacia donde mira. Y cuando tomes un “headshot”, coloca los ojos del modelo en la intersección de las líneas.
Excepciones y Otros Trucos de Composición
Es importante destacar que la proporción áurea y la regla de los tercios son solo recomendaciones, no una regla rígida sin excepciones. Hay casos en los que, al romper conscientemente una regla, se puede crear una composición más interesante y dinámica.
También hay otros trucos de composición que “contradicen” las reglas mencionadas anteriormente.
Objeto en el centro
Una forma sencilla y obvia de centrar la atención en un objeto es colocarlo en el centro. Desde el punto de vista de la composición, este tipo de imagen puede no ser muy interesante, pero si la imagen está visualmente sobrecargada con muchos detalles que distraen, ayudarás al espectador a destacar lo principal.
Simetría
Tiene sentido colocar el centro de simetría en el centro, no en uno de los tercios. Funciona bien para fotografías arquitectónicas y abstracciones.
Perspectiva lineal
Las líneas paralelas que se alejan parecen converger: la distancia entre ellas disminuye visualmente, y finalmente convergen en un “punto de fuga” en el horizonte. Un caso particular de perspectiva lineal son los elementos repetidos que están uno detrás del otro, desde el primer plano hasta el fondo. Cuando usamos la perspectiva lineal como recurso de composición, lo que más nos importa es la sensación de profundidad que crea, no la ubicación precisa de los objetos según las líneas de los tercios.
Aumento y Disminución del “peso” del Objeto en la Imagen
Si la regla de los tercios recomienda colocar el horizonte en una de las líneas horizontales, para aumentar subjetivamente el tamaño del objeto, desplaza el horizonte hacia la parte inferior de la imagen.
Para disminuir subjetivamente el tamaño del objeto, añade más espacio a su alrededor.
Experimenta con diferentes composiciones para encontrar la mejor opción para cada situación y objeto en particular. Sin embargo, no olvides que el uso de la proporción áurea o la regla de los tercios es una opción universal que nunca arruinará tu imagen.
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